Lengua de señas: una ley urgente para la verdadera inclusión

 La lengua de señas es una lengua natural que permite la comunicación sobre los diversos y muy diferentes temas, teniendo una estructura gramatical distinta del inglés y del español; tiene una tendencia de ubicar al sujeto en primera posición, al objeto en segunda y, el verbo al final de la frase. 

En nuestro país, se está tratando la Ley de Lengua Señas Argentinas, pretendiendo “romper con una historia que hizo foco en lo que les falta, y que, a su vez, es romper con una historia de pensar a las personas sordas sin que ellas tengan un decir sobre sus propias vidas. También, es romper con siglos de juzgarlos desde una mirada patologizante".

Fue muy importante su aprobación en el Senado el 13 de abril pasado, con el objetivo de “percibirla como una lengua natural y originaria, que conforma un legado histórico inmaterial como parte de la identidad lingüística y la herencia cultural de las personas sordas, al tiempo que garantiza su participación e inclusión plena, como así también de las personas que, por cualquier motivo, elijan comunicarse en ese medio.”

También, permite al Gobierno Nacional el fomento del uso de la LSA de todas las personas que elijan comunicarse en dicha lengua, con el objetivo de tener una accesibilidad efectiva y plena a la vida social.

Esta ley es muy importante, en mi opinión, ya que incluye grupos minoritarios que antes no podían relacionarse con el resto de la sociedad, al tener un impedimento, en este caso la sordera, para poder comunicarse.

Desde los años '70 se intenta cambiar la mirada hacia la discapacidad, incluyendo a la sordera, de una mirada puramente médica a una social que educa el desarrollo de esa persona en la sociedad. Es más, esta ley ayuda a integrarlos en el ámbito educativo y hacerlo participativo a todos, donde los sordos no se sientan excluidos y puedan tener una sociabilidad más desarrollada, especialmente enseñándolas desde las escuelas. 

Las palabras de la senadora santacruzeña María Belén Tapia, fueron contundentes: “esta ley representa un hito en el complejo proceso de ampliación de derechos de esta comunidad. Esta es una ley que de ninguna manera constituye el final de este proceso de inclusión. Es un punto de partido para conseguir lo mucho que todavía falta.”

Tendría un gran impacto en la sociedad a la hora de concientizar,  porque cuanto más se educa a una sociedad sobre una problemática, más inclusivo va a ser, y va a haber una mejor comunicación. Es una problemática que tiene nuestro país al no desarrollarlo ya que quedan muchos grupos aislados. 

Por Consuelo Pacheco