El Imperio de Estados Unidos es interesante y joven, surgido de una Nación de orígenes aislacionistas. Washington aclara en su declaración de neutralidad la importancia del trato amistoso e imparcial con las otras naciones del mundo. Aun así este imperio que se desarrolló sufre de un gran “pecado” humano: la arrogancia.
En 2014, dos grupos separatistas de la región del Dombás en Ucrania declaran su independencia formando la “República Popular de Donetsk” y la “República popular de Lugansk”. Esta Guerra del Dombás continúa al día de hoy en paralelo a la invasión de Rusia que comenzó en febrero de 2022.
En 2015 Stephen Colbert, anfitrión del programa The Colbert Report, entrevistó al editor de la prestigiosa revista Foreign Affairs, Gideon Rose; quien también es miembro del think tank Council of Foreign Relations y fue miembro del National Security Council durante parte de la presidencia de Clinton.
Durante aquella entrevista Rose comparó la situación en Ucrania con la del cortejo entre dos hombres hacia una misma mujer. El desafío, aclaraba, era hacer que Ucrania se alejara del novio de mala fama y se acercara al novio bueno y yipee. Planteaba que Ucrania tenía dos opciones: quedarse como un país autoritario atado a Rusia o unirse a Occidente y modernizarse.
Haciendo referencia a las protestas en Kiev del momento, Colbert se preguntaba por qué durante el momento de desescalada de violencia, Obama no intervenía y tomaba Ucrania. A lo cuál Rose respondió que no se buscaba forzar una invasión rusa donde Putin pudiese tomar todo el país. “We don't want Russia to intervene and kick over the table like a game of risk” (No queremos que Rusia intervenga y patee el tablero cual juego de risk). “Putin podría invadir?” preguntaba Colbert, “Si”.
Rose sarcásticamente comentaba que Estados Unidos quería distraer a Rusia. "Oh, miren ustedes tienen más medallas, oh hicieron muy bien, concéntrese en las olimpiadas” decía burlándose de Rusia. Colbert respondía en tono divertido siguiendo con la ironía “Mira Rusia acá hay un objeto brillante, mira”.
Termina la entrevista concluyendo que Ucrania estaba eligiendo entre dos caminos muy distintos y el objetivo del “novio bueno” era difuminar las opciones para que eligiera la correcta que eran ellos, Estados Unidos, sin que el “novio malo” se enoje. De manera paradójica Colbert finaliza con un último chiste de respuesta a la conclusión de Gideon Rose que es “a menos que el novio malo se vuelva violento y te golpee en la cara”.
Durante esa entrevista el mundo era otro. Claramente Estados Unidos sufría del “pecado” humano tan grande como lo es la arrogancia. Desde la alusión al trato posesivo sobre las naciones “menores” y la autorreferencia a sí mismo como el “novio bueno”.
Desde el 2017 Estados Unidos manda suministros militares a un país en la frontera con Rusia, al cual hace varios años la OTAN ha cortejado para que se le una. Como varios países del antiguo bloque soviético ya lo han hecho, a pesar de la promesa verbal por parte de representantes de la OTAN de no expandirse hacia más allá del este de Alemania.
Nunca consideraron como una posibilidad real que otros países tuviesen la oportunidad de también imponer su poder. Y debería haber sido una cuestión a analizar inclusive siguiendo con la analogía del buen y mal novio. Demuestra una actitud de Estados Unidos de intentar enfrentar a los malos novios del mundo ignorando la posibilidad de que la situación escale en violencia por inseguridades. Ucrania recibe apoyo militar de un imperio enemigo a Rusia mientras que, además, apoyaba las facciones del gobierno que buscan acercarse a su contrincante geopolítico. La OTAN ya está en la frontera de Rusia en los países de los Balcanes (Estonia, Lituania, Letonia), pero Ucrania sería un frente muy amplio y sobre la gran llanura europea cercano al corazón de Rusia.
El “novio malo” tiene la capacidad de golpear y el “novio bueno” no solo debería ser consciente de esa posibilidad sino que además debería saber en qué conflictos involucrarse y en cuáles no. En este caso, opino que Estados Unidos presionó demasiado dejando por interés personal que un estado expansionista, que ya había tomado Crimea y regiones de Georgia, no le quede otro método de proyección de poder que su fuerza militar y arsenal nuclear.
Por Francisco Vitale
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