Estos últimos dos años hemos visto emerger la figura de un nuevo personaje político, Javier Milei, un nuevo actor y participante de la política argentina, que llamo a muchos con la frase “la casta política” y en verdad es así, o hay que mirar mas allá de eso y abrir esa generalización para ver a los que están en la política pero que lucharon contra el sistema y contra la propia política.
Es muy común ver que hoy en día la gente dice “son todos lo mismo” o “estos políticos que no sirven”, yo creo que la realidad es otra y esto nos lleva a nublar el pensamiento y a no ver figuras y personas o incluso partidos que han entregado el cuerpo, la cara y la vida en soledad, con o sin votos en la lucha contra la corrupción, la transparencia, la justicia y por una república sana, si, me refiero a la Coalición Cívica y a Elisa Carrió, una mujer y política que ha dado estas luchas en soledad y con un peligro y riesgo enorme, que sigue defendiendo y controlando con su sabiduría a Juntos por el Cambio y defendiendo a la sociedad del peligro.
Tal es así que gracias a sus denuncias y las de la Coalición Cívica, los kirchneristas y la cabeza de la serpiente, están con el agua al cuello. Salió a hablar en soledad cuando era mala palabra hablar de república y denuncia al gobierno de turno. Entonces compararla con la década más corrupta y la dirigencia más corrupta argentina es una farsa y decir que es lo mismo es una falacia.
A modo de prueba y evidencia para este caso, traigo su ley del consejo de la magistratura, la presión y resistencia ante la corrupción y la victoria luego de largos años de lucha y exposición. Nuestra república y sus instituciones serian otra cosa sin esta historia que la precede, la historia no miente, demuestra con hechos a lo largo del tiempo su propia verdad y aunque se la quiera modificar va a seguir siendo la misma.
Por Marcos Zaffaroni
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