Argentina es un país acostumbrado a vivir en la incertidumbre política, que ha sobrevenido crisis tras crisis, y que se encuentra con una gran incapacidad para enfocarse en los problemas del mañana por el hecho de que los actuales le desbordan el sistema. En este contexto de búsqueda por resolver la inmediatez, como argentinos nos encontramos alentando cualquier medida que logra apaciguar el fuego sin preguntarnos qué hay detrás del mismo, es decir cuáles son sus causas. A pesar de que las razones de esta discrecionalidad de prioridades son comprensibles en un contexto de crisis, no podemos como ciudadanos dejar de darle importancia al verdadero foco del incendio. Ya que entender nuestras bases es el primer paso para poder generar, desde adentro, soluciones a nuestros grandes dilemas.
Siguiendo con el pensamiento de Sarmiento, la educación es un pilar fundamental para la construcción, establecimiento y progreso del país; es la clave para lograr verdaderos cambios. Dicho todo esto, lo que uno podría preguntarse es ¿dónde está situada actualmente la educación argentina? Sin hacer ningún tipo de spoiler, cualquier argentino podría coincidir a simple vista que la misma dista de estar en un buen camino. Sin agregarle dramatismo al asunto, hablaría más bien de un trayecto cuesta abajo que de un camino equivocado, con resultados cada día más insatisfactorios y medidas que no logran dar en el blanco.
Las pruebas Aprender, son pruebas que se llevan a cabo para alumnos de sexto grado en distintas escuelas primarias argentinas con el fin de evaluar el nivel de aprendizaje de los mismos. En el año 2021, censaron el aprendizaje en Lengua y Matemática en este grupo de alumnos y obtuvieron resultados muy preocupantes, que reflejaron no solamente el alto porcentaje de chicos que se encuentra por debajo de los niveles básico de aprendizaje, sino también el debilitamiento que tuvo el sistema a través de los años. En el 2016, el 18% de los alumnos no alcanzaba los niveles básicos en matemática y el 14,5% no los alcanzaba en lengua, en el 2021 estos números crecieron al 23,1% en matemática y al 22,3% en lengua. Estamos en un momento de deterioro, y la pandemia sólo logró reforzar esta pendiente; por obvias razones en dicho contexto se priorizaron las cuestiones de salud por sobre las demás, pero esa mirada para otro lado que recibió la educación durante el 2020 nunca se vio revertida. ¿Qué medidas se están tomando para remediar los daños que sufrió la educación?, la deserción escolar y mismo la escolarización de las personas de bajos recursos es un problema enorme que tenemos como país, pero durante la pandemia se quitó el requisito de escolaridad de la AUH, no se busca en esta nota discutir esta decisión, lo que sí podríamos cuestionarnos es ¿porque no se volvió a instalar con la reapertura de las escuelas? ¿Qué imagen le estamos dando como país a los jóvenes que se están formando? Un niño que carece de recursos y no encuentra incentivos ya sea en su hogar como en su entorno para mantenerse en la escuela, no va a seguir remando contra la marea, va a elegir, como muchos otros jóvenes del país, desertar. En argentina solamente el 71% de los alumnos finalizaban el secundario prepandemia, este es uno de los grandes problemas del país, la permanencia y conclusión de los estudios en los jóvenes, ya que, al carecer de un secundario completo pierden muchas oportunidades laborales. Ante un mundo laboral que exige personas cada vez más formadas, el aumento de la deserción escolar en argentina resulta en un crecimiento de la brecha de desigualdad y el empleo informal. Estamos cultivando una sociedad de personas con bajos niveles de educación, y mientras más ignorantes nos volvemos más fáciles de manipular también.
Tenemos que revalorizar la educación y devolverle el lugar de importancia en la política que solía tener, los jóvenes necesitan incentivos para seguir dentro del sistema, y el sistema necesita a jóvenes educados que busque construir una realidad mejor. Como decía Sarmiento: "Hombre, pueblo, Nación, Estado, todo: todo está en los humildes bancos de la escuela", ¿Cómo podemos revertir esta situación? Proponiendo un plan a largo plazo, acordando puntos en común, promoviendo la innovación y desarrollo de las escuelas, escuchando nuevas voces, y primordialmente dándole a la educación el lugar central que merece.
Por Martina Schang
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