Después de la retirada americana del territorio de Afganistán que concluyó el 30 de agosto del 2021 no les tomó demasiado tiempo a los Talibanes hacerse del control del país y del armamento norteamericano que no se pudo evacuar. El mencionado grupo, debió transicionar rotundamente en sus funciones, debiendo dejar de ejercer una guerra de guerrillas y asumiendo la administración de un estado, lo cual le implicaría al gobierno Talibán, hacerse cargo de los problemas preexistentes del estado afgano. Uno de los conflictos, es la tensa relación con Irán por el agua que fluye por el Río Helmand que nace en las montañas cercanas a la capital afgana y desemboca en el lago Hamun en la frontera con Irán. Aunque originalmente Teherán apoyó vocalmente la toma de los Talibanes, debido al enemigo en común (Estados Unidos y sus intenciones de influencia en la región), actualmente se enfrenta ante una particular complicación: el estado Talibán se le acusa de no estar respetando los acuerdos preestablecidos sobre el agua del Río Helmand de 1973. El embajador Irani declaró en una entrevista con el medio estatal Tansim que Irán sólo recibió el 4% de su parte del agua del río. Lo que le preocupa al estado Irani es la construcción de represas y reservas de aguas en territorio Afghano. Por su lado, el gobierno de Afganistán rechaza las acusaciones de Teherán y alega que lo que jugó un rol fundamental, fueron más bien factores climáticos, tales como la falta de lluvias, que ocasionó la caída en flujo del río. Además Kabul argumentó también que está entre sus derechos la expansión de facilidades de almacenamiento de agua.
Este conflicto culminó en un enfrentamiento armado en la frontera de ambos países con bajas confirmadas. Ambos países acordaron crear una comisión para averiguar lo ocurrido ya que ambos acusaron al otro de comenzar el enfrentamiento. El General de la brigada Amir Ali Hajizadeh y comandante de las fuerzas Revolucionarias de Irán declaró que aunque muchos los presionan para ir a la guerra con los Talibanes no va a suceder ya que son presiones de los enemigos los que empujan para generar conflicto de los enfrentamientos en la frontera.
La presente situación postula una coyuntura única para los talibanes, quienes se mantuvieron en guerra de guerrillas durante dos décadas con los Estados Unidos y ahora se ven en control del estado Afghano y además un armamento respetable legado de la retirada Americana. Sumándose ahora además el incremento en la coordinacion Afghano-Americana en al lucha contra el terrorismo, contra grupos como el ISIS. Es notable que también están teniendo enfrentamientos un “Rogue State” como lo es Irán con armas americanas. El estado Talibán está creando rápidamente una estrategia geopolítica y parece ser que aislarse completamente de Estados Unidos para acercarse a Estados que fueron más compasivos con el esfuerzo Talibán en la guerra no es una de ellas. El miedo de muchos de que la retirada de USA de Afganistán iba a significar un aumento en la influencia de Teherán en la región por ahora no parece evidenciarse en la práctica.
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