Nos encontramos tan acostumbrados a ver humillados los principios e ideales de nuestra República, que la gravísima situación que atraviesa el Consejo de la Magistratura pasa desapercibida entre gran parte de los ciudadanos.
Declarada la inconstitucionalidad de la ley del 2006, la CSJN estableció un plazo para legislar una nueva integración de la Magistratura. Vencido el plazo y no habiéndose dictado una nueva ley, la ley de 1997 recuperó su vigencia.
Dicha ley restituye el equilibrio prescripto en el artículo 114 de nuestra Constitución Nacional. De los 20 consejeros, 8 deben ser legisladores (4 por la mayoría; 2 por la primera minoría; y dos por la segunda). Esto reza la ley, pero un déspota no se rige por las leyes.
Desde el dictado de la sentencia en diciembre de 2021, CFK ha evaluado todos los métodos posibles para evitar su cumplimiento y conquistar el órgano responsable de la designación y remoción de magistrados.
La realidad que impera en un estado de Derecho es que las sentencias de cualquier tribunal, más aún del Máximo Tribunal, nacen para ser cumplidas. La realidad que protege nuestra Carta Magna es que nadie, sin importar el poder que detente, se encuentra por encima de la ley.
Así y todo, este martes, la Presidente del Senado, en su afán de controlar la Magistratura, fraccionó al Frente de Todos para constituirse como segunda minoría y así poder designar al consejero faltante.
Esta maniobra constituye un acto ilegal de simulación (véase art. 333 del CCyC). Una estrategia fraudulenta ejecutada por la Vicepresidente de la Nación en miras a evadir un precepto constitucional, vergonzoso y mísero.
El empeño que ha dedicado el Kirchnerismo a controlar el Consejo de la Magistratura es signo manifiesto del miedo a perder la impunidad que gozan desde hace años. Ella conoce el peligro que supone que sus causas estén en manos de un juez imparcial.
La falta de respeto por nuestras instituciones, nuestra Suprema Corte y una justicia independiente se ha vuelto una práctica diaria. Sin embargo, distintos sectores han comenzado a presentar una resistencia en defensa de la República: el Dr. Rosatti ha asumido la presidencia de la Magistratura, y tras dos contundentes triunfos, la Juez Agustina Díaz Cordero junto con la Dra. De la Torre han asumido como consejeras. Resta que el pueblo argentino despierte y ponga un fin a la tiranía que padece nuestra querida Patria.
Javier Lariguet
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