Denuncia por violencia institucional en Formosa

   Así como ya divulgamos desde este medio múltiples casos de violencia institucional en Formosa el año pasado, hoy la triste realidad de la provincia nos exige reiterar en nuestros intentos de difundirla. El 10 de diciembre de este año se cumplen 28 años desde que asumió Gildo Insfrán como gobernador de Formosa en 1995, desde ahí gobernó ininterrumpidamente la provincia, que hoy padece su pésima gestión y su violento sistema institucional. 

   Las malas gestiones que perduran en el tiempo siempre tienen un trasfondo de violencia, avalado por el poder y el principal aliado del gobernador de Formosa hoy por hoy es el gobierno nacional. Así como otros gobiernos también lo hicieron en su momento, como el caso del gobierno anterior, presidido por Macri. El silencio del gobierno nacional y de todos sus funcionarios ha sido ensordecedor durante todo el año pasado, cuando las autoridades provinciales reprimieron brutalmente a opositores e incluso cuando persiguieron a mujeres embarazadas para separarlas de sus hijos por “protocolo sanitario”. 

   Hoy se repite el patrón violento y se suma un nuevo caso de violencia institucional al extenso historial de la policía formoseña, que responde directamente a su gobernador. El hecho surgió a raíz de un altercado automovilístico en la localidad Ingeniero Juárez, donde una docente aparentemente militante de Insfrán, identificada como Delia Cruz, chocó con su auto a un chico de dieciséis años perteneciente a la comunidad wichi. El impacto le produjo al joven lesiones varias, y fue atendido en un hospital de la misma localidad. 

   La madre y el tío de la víctima intentaron hacer la denuncia en una comisaría cercana a la zona del choque pero se la negaron. Entonces los familiares se retiraron (hacia el hospital) diciendo que iban a hacer la denuncia en la prensa, públicamente.

   Afuera del hospital fue donde empezaron los disturbios entre familiares del joven y la policía provincial, cuando familiares de la víctima volvieron al hospital luego de ser echados por las autoridades. Ahí fueron echados violentamente por uniformados no identificados y el personal de salud y los allí presentes grabaron los hechos que comprometen a la policía. En los videos se puede ver cómo la policía detiene violentamente a la madre del chico y a su tío. 

   La policía también empezó a violentarse contra los que filmaban, entre ellos estaba Ismael Ifrán,el padrastro de la víctima, que fue detenido por filmar y estuvo desaparecido por varias horas, hasta que el caso empezó a tomar relevancia. Ifrán apareció luego de unas horas con golpes en todo el cuerpo, la nariz fracturada, el dedo esguinzado, una contusión y un derrame en su ojo producto de un golpe. Según el relato del joven, lo llevaron a un descampado y allí lo torturaron para que diera la contraseña de su celular donde tenía videos de los incidentes en el hospital. Para conseguir la contraseña de su celular lo ahorcaron y hasta le apretaron los testículos.

   La denuncia fue presentada ante el INADI a cargo de Victoria Donda con la firma de muchos funcionarios y referentes políticos, con el siguiente petitorio: “Solicitamos su urgente intervención para hacer cesar los abusos policiales, desplegando todos los resortes estatales a disposición, para garantizar la integridad psicofísica de las víctimas,sus familias y el pleno ejercicio de la Justicia en resguardo de este objetivo. Se intervenga a efectos de obtener la exoneración de la fuerza de quienes,a cargo de las comisarías, torturaron o permitieron que lo haga su personal subalterno.” 

   Veremos qué rol decide ocupar la titular del Inadi frente a este nuevo hecho de violencia, aunque los antecedentes de las reacciones oficialistas frente a la violencia institucional en Formosa son desalentadores, ya que siempre se reivindicó la gestión.

Por Juan Urien 






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