Una clase media destrozada

      En su afán de querer frenar la salida de dólares del país a través del turismo en el exterior, el Gobierno Nacional, impone nuevas medidas para los consumos que se realicen en moneda extranjera. Esta medida, en conjunto con las adoptadas anteriormente, tienen un factor común que resulta moneda corriente en nuestro país: el aumento de la carga impositiva. Esto afectará el cobro del denominado “dólar turista”, aplicando una nueva percepción sobre aquellos consumos realizados en el exterior con tarjeta de crédito y débito superiores a US$300. Esto significa que, al impuesto país (30%) y a la percepción a cuenta de ganancias personales (45%), deberá sumarse una percepción extra del 25% en concepto de adelanto del impuesto a los bienes personales, quedando así un recargo del 100% sobre el valor oficial del dólar.

      Estas restricciones afectan directamente la compra de pasajes al exterior y paquetes turísticos, acabando con todo tipo de ilusión y posibilidad de viajar al extranjero para una persona de clase media en nuestro país. El desaliento al turismo extranjero impacta directamente contra las operadoras de servicios de turismo, quienes se mostraron totalmente en contra de las medidas adoptadas por el Gobierno. Los aumentos de las cargas impositivas y las fuertes regulaciones estatales, solamente logran  producir efectos contrarios a los deseados. Incrementan el desempleo, ya que el turismo es una clara fuente de trabajo a través de las agencias, aerolíneas y servicios turísticos, quienes a su vez son los mayores encargados del ingreso de divisas a través del turismo receptivo, fundamental para el desarrollo de nuestro país y para lograr reducir el déficit de la balanza cambiaria con el turismo.

     En conclusión, todas estas regulaciones no hacen más que limitar el turismo internacional a un cierto grupo de la sociedad, dejando sin ninguna posibilidad de viajar a la clase media de nuestro país y desalentando aún más a los argentinos a viajar al exterior. En un país donde viajar al exterior se ha convertido en un privilegio para unos pocos, las reservas son cada vez menores y el desempleo incrementa día a día, se siguen tomando malas decisiones y políticas intervencionistas por parte del Estado.

Por Valentín Astolfo