ROSARIO: EL RESULTADO DE UN ESTADO INEFICIENTE

ROSARIO: EL RESULTADO DE UN ESTADO INEFICIENTE

El narcotráfico refiere a la actividad comercial de drogas ilegales, enmarcada en un clima de imperante violencia. Hoy en día, se trata de una problemática que acecha a nuestro país, principalmente a Rosario, ciudad portuaria de gran importancia que se encuentra en la provincia de Santa Fe. Tanto el Estado Nacional como el Provincial se muestran como dos Estados fallidos a la hora de dar una respuesta.

Según el Observatorio de Seguridad Pública de la provincia (2023), el narcotráfico en Rosario desató más de 300 muertes en los últimos 14 meses. Además, el mismo declaró que en el 2022 la cantidad de casos de homicidio doloso en Rosario fue la más alta desde que se comenzó con la serie estadística en el año 2014. 

A pesar de lo alarmante de estas cifras, datos de la Fundación Apertura (2022) aseguran que Santa Fe fue una de las provincias que menos cantidad de recursos per cápita recibió por parte del Ministerio de Seguridad de la Nación.  

¿Qué más hace que se hable de un Estado fallido?

Más allá de que el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció que se enviarían 1.400 efectivos a Rosario, puede sostenerse que la ayuda por parte del gobierno llegó demasiado tarde, luego de que 287 vidas hayan sido arrebatadas tan solo en un año. Incluso, el Ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, anunció que en Rosario “los narcos han ganado”, dando a entender que las respuestas fueron tardías, y que hoy el narcotráfico se trata de una batalla perdida.

Los esfuerzos, a lo largo de los años, no han sido demasiados: no se eliminaron las pistas clandestinas en Santiago del Estero, ni se vigilaron eficientemente las fronteras terrestres y fluviales de Salta, Jujuy, Formosa, Chaco, Corrientes ni Misiones. Tampoco se han controlado del todo las rutas terrestres desde donde llega droga, ni la Triple Frontera, sabiendo que las armas que utilizan las bandas se trafican desde Paraguay. Incluso, las fuerzas enviadas no han sido numerosas, lo cual se agrava al notar su falta de equipamiento, con ausencia de aviones, helicópteros o radares. 

La falta de autocrítica de los gobiernos nacionales y provinciales, además del permanente desligamiento en favor de las acusaciones cruzadas entre los mismos, no sólo marca una irresponsabilidad política respecto a la inseguridad de Rosario, sino que también es observada en el marco del juicio político a la Corte Suprema, llevado adelante por el Frente de Todos, y la disputa con Juntos por el Cambio por el control del Consejo de la Magistratura, generando que se mantengan congelados nombramientos de jueces y fiscales federales en la provincia de Santa Fe, lo cual es pieza fundamental para continuar con las investigaciones vinculadas al narcotráfico.

¿Qué opinan los dirigentes políticos de hoy en día?

En primer lugar, Patricia Bullrich, presidenta del PRO, propone cambiar la Ley de Seguridad Interior y sacar al Ejército a las calles para lograr combatir la lucha contra el narcotráfico. Por otro lado, desde el mismo espacio, Horacio Rodríguez Larreta, precandidato a Presidente, rechaza su propuesta ya que, tal como lo asegura la Ley de Defensa (N° 23.554), que el ejército se ocupe de estos asuntos sería inconstitucional, debiendo ocuparse solamente del cuidado de las fronteras del país. Javier Milei, por su parte, expresó que es necesario reformar esta misma ley, junto con la Ley de Seguridad Interior (N° 24.059) y la Ley del Sistema de Inteligencia (N° 25.520).

Por otro lado, Cristina Fernández de Kirchner, actual vicepresidenta de la Nación, expuso que el Estado Nacional debe “recuperar el territorio” en las zonas afectadas, pero que esto no implica un concepto militar, sino que desde el Estado se debe trabajar por los sectores más vulnerables.

Hoy en día, el problema del narcocrimen deja ver tantas de las responsabilidades que nunca se asumieron, la precariedad de las políticas públicas actuales, y un escenario desfavorable en cuanto a los grandes disensos respecto a cómo actuar, incluso dentro de los distintos espacios políticos. La falta de respuesta por parte de la dirigencia tiene graves consecuencias para la población rosarina, que se encuentra desamparada, corriendo su propia suerte desde hace ya mucho tiempo.

Escrita por: Juliana Inda, estudiante de último año de la carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la UCA


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