¿Qué significó la Ausencia de Javier Milei en la Cumbre del MERCOSUR?

 Por Juliana Inda

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El Mercosur fue creado en el año 1991, y hoy en día está conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, Bolivia y Venezuela (ésta última, suspendida desde el 2017 por “ruptura del orden democrático”). A pesar de que este bloque es considerado una unión aduanera imperfecta, ya que establece excepciones al tráfico de bienes y servicios, no deja de ser importante ya que ha sido el esquema latinoamericano de integración más exitoso frente a otros proyectos que no han logrado consolidarse, superando las limitaciones de los convenios bilaterales o subregionales en la región.

El 8 de julio del presente año se llevó a cabo la cumbre de presidentes del Mercosur en Asunción, Paraguay. Esta cumbre marcó el cierre del ciclo de la presidencia pro-témpore de Paraguay, que pasó a manos de Uruguay. En este encuentro participaron todos los presidentes de los países miembro, como Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, Luis Lacalle Pou de Uruguay, Luis Arce de Bolivia y el anfitrión, Santiago Peña. Sin embargo, el gran ausente fue Javier Milei, presidente de la República Argentina y líder de la segunda mayor economía del bloque. En su lugar, Argentina fue representada por la canciller Diana Mondino.

Javier Milei es el primer presidente argentino en declinar una invitación al Mercosur desde que Fernando de la Rúa, en 2001, cancelara su participación debido a la crisis que atravesaba el país. La decisión de Milei de no asistir a la cumbre, según la versión oficial brindada por Vocería Presidencial, fue tomada en base a una “sobrecarga de agenda”, debido a su participación en un encuentro con conservadores liderado por Jair Bolsonaro en Brasil, los días 6 y 7 de Julio, sumado al “Pacto de Mayo” de la noche del 8 de Julio. A su vez, Vocería negó que se tratara de una ausencia debido a posibles conflictos con el par brasileño, Lula Da Silva.

La decisión del Presidente Milei ha generado un intenso debate tanto a nivel nacional como internacional ya que, a pesar de lo declarado por Vocería, puede interpretarse como una declaración de su postura crítica hacia el bloque y su funcionamiento actual. Incluso, su ausencia fue cuestionada en la misma Cumbre, tanto por Lula da Silva, en las antípodas del pensamiento del gobierno nacional, como por Lacalle Pou o Peña, quienes poseen una ideología más afín a Milei.

En cuanto a lo sucedido en la cumbre, uno de los hechos a destacar es que Luis Arce ha formalizado la adhesión de Bolivia al Mercosur. Además, se conversó sobre el estancamiento en las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. A pesar de la situación de esta negociación, se ha anunciado que se llevó a cabo una primera ronda de negociaciones entre Mercosur y Emiratos Árabes Unidos, que obtuvo avances significativos. Otra novedad fue el anuncio de Uruguay en cuanto a su intención de reactivar las conversaciones con China, que quedaron paralizadas hace algunos años.

En cuanto a la postura argentina, la canciller Diana Mondino reafirmó la pertenencia de la Argentina en el Mercosur, dando un discurso en donde reconoció muchos de los logros de este bloque, como “el haberse convertido en el principal destino de nuestras ventas externas “y “ser el primer escalón del proceso de internacionalización de nuestras empresas, particularmente las pymes”. También le hizo algunas críticas, ya que considera que el relacionamiento con el mundo está altamente desaprovechado, y que hoy en día el comercio intrazona se encuentra estancado. Otra de sus críticas fue hacia el arancel externo común que, en palabras de la canciller, es “relativamente alto para los estándares internacionales”.

Podría decirse que la cumbre tuvo un balance positivo, ya que todos los miembros le reconocen al Mercosur un rol relevante para la inserción internacional. Sin embargo, el presidente Milei perdió una oportunidad para que Argentina tenga más influencia en el nuevo rumbo regional, expresando sus intereses. Una muestra de esto es que, por primera vez desde 1996, el Comunicado de los jefes de Estado del Mercosur no incluyó la Cuestión Malvinas.

Su decisión, podría ser una muestra más de las tensiones ideológicas y políticas a las que nos tiene acostumbrados este proceso de integración, poniendo en evidencia la necesidad de una cooperación más sólida entre los países miembros, si es que realmente se busca salir del estancamiento.

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