Corea del Sur vuelve a mostrar su arma más importante: la democracia

 


Autora: Julieta Pisani

“Lamento profundamente no haber podido cumplir con sus expectativas". Esas fueron las palabras del ex presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, luego de que se diera a conocer la sentencia unánime del Tribunal Constitucional sobre la remoción de su cargo. 

La condena de Yoon se debe a la implementación de la Ley Marcial en diciembre del año pasado, luego de acusar a la coalición opositora del Parlamento de no estar cooperando con sus intentos de frenar una “amenaza” incipiente de Corea del Norte. 

Los ciudadanos surcoreanos han salido a las calles en varias ocasiones, siendo que los verdaderos protagonistas de las protestas han sido los jóvenes. Los opositores al régimen repudiaron el accionar de Yoon haciendo demostraciones de malestar y pidiendo su destitución, desde diciembre hasta este mes. Aunque también el ex mandatario ha sabido encontrar apoyo en creadores de contenido y líderes religiosos, que exigen justicia y que se presuma su inocencia.

La democracia en Corea del Sur está atravesando un momento decisivo, pero no único en su historia. El pasado viernes 4 de abril, el Tribunal Constitucional aprobó por unanimidad el impeachment del presidente Yoon Suk-Yeol del Partido Conservador, electo en 2022.

Debemos remontarnos a finales del año pasado para poder comprender la magnitud del asunto. Alegando que había una amenaza incipiente por parte de Corea del Norte y que la oposición no estaba adoptando las medidas necesarias para contenerla, el presidente Yoon decidió declarar la Ley Marcial.

La misma generó una reacción en los legisladores opositores, siendo que luego del anuncio se reunieron en el Parlamento para poder vetar la medida a pedido del líder del bando, Lee Jae-myung. A su vez, la masa opositora acordó un pedido de destitución del gobernante, hecho que finalmente no sucedió debido a que primero debía ser aprobado por el Tribunal.

Este hecho generó un despliegue de militares en el edificio parlamentario, además que todas las reuniones y protestas en contra de la medida quedaban prohibidas. La oposición no solo calificó a la implementación de la Ley Marcial como “inconstitucional”, sino que los propios miembros del Partido Conservador han declarado que el acto de Yoon ha sido incorrecto. Aunque la aplicación de la Ley Marcial fue de solo algunas horas, dejó muchas incertidumbres y malestar en el pueblo surcoreano. 

Con el correr de los meses, la situación siguió palpitando en Corea del Sur y finalmente en abril se dió a conocer la sentencia de Yoon Suk-Yeol. El Tribunal Constitucional votó por unanimidad la destitución del primer mandatario. El Presidente del Tribunal argumentó que “las consecuencias negativas y los efectos colaterales de estas acciones son sustanciales, y el beneficio de restablecer el orden constitucional mediante la destitución del cargo supera los costos nacionales asociados con la destitución de un presidente en funciones”.

Mientras tanto, las riendas del poder serán tomadas por Han Duck-soo, quien ocupó el cargo de Primer Ministro hasta hace unos días. También, Han se había desempeñado como presidente interino por un breve período de tiempo luego del escándalo de Yoon, aunque fue desestimado por el Tribunal en una primera instancia. Asimismo, el Tribunal dispuso que el gobierno tendrá 60 días para celebrar elecciones anticipadas, las cuales serán llevadas a cabo el próximo 3 de junio.

Sin embargo, este conflicto no solo refleja una fractura en el orden político de Corea del Sur. También ocasionó diferentes miradas de la sociedad, quedando muy polarizada.

Días después del anuncio de Yoon Suk-yeol y los disturbios en el Parlamento, se realizaron demostraciones multitudinarias de descontento social, demandando la destitución inmediata del presidente. Algunas de estas protestas se hacían de manera creativa, siendo que los manifestantes cantaban villancicos o canciones de pop surcoreano. Incluso, un día antes del fallo del Tribunal cientos de manifestantes opositores al régimen actual salieron a las calles de Seúl bajo el lema “8-0”, anticipando la votación del cuerpo colegiado. 

No obstante, miles de partidarios de Yoon han salido a pedir justicia luego del veredicto del tribunal. Según el portal de noticias Al Jazeera, Yoon contaba con el apoyo de figuras religiosas y creadores de contenido de derecha, quienes difundían fake news para desestimar el pedido de impeachment. Al ver que muchos ciudadanos lo respaldan, Yoon afirmó que lamenta profundamente “no haber podido cumplir con sus expectativas". 

Aunque Corea del Sur ha desempeñado bien el legado de la democracia estos últimos años, ha sido gobernado por una dictadura en sus primeras décadas de vida. Por ende, los episodios de aplicación de la Ley Marcial están muy impregnados en la memoria de los ciudadanos más añejos. Sin embargo, llama la atención que los jóvenes hayan sido los protagonistas de las protestas, siendo que tanto organizaciones estudiantiles como civiles se han hecho presentes en las mismas. Los jóvenes entrevistados por los medios de comunicación han demostrado incertidumbre y preocupación por el futuro, independientemente de su posición política.

Quedará por ver cómo evoluciona este conflicto y cómo la sociedad surcoreana continúa con la tradición democrática en los próximos meses. 

 

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