Manuel Belgrano y la Educación Argentina

 Por Consuelo Pacheco

    Manuel Belgrano, primer adelantado de la educación argentina. Imagen: El Historiador.

CUANDO se habla de Manuel Belgrano, se piensa primero en el creador de la bandera y la escarapela, el abogado que peleó como general en Salta y Tucumán, teniendo victorias contundentes, pero también derrotas en Vilcapugio y Ayohuma, pero jamás se habló del papel de Belgrano en la educación argentina, que fundó escuelas, pensó en la educación de las clases más bajas y hasta en la educación de la mujer a finales del siglo XVIII, donde gran parte de la sociedad que vivía en nuestro país en esos tiempos, no pensaba siquiera en la educación de los que tenían una economía más carenciada. ¿Cuál fue el papel de Belgrano en la educación Argentina?

"Se apoderaron de mí las ideas de libertad, igualdad, seguridad, propiedad, y sólo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre, fuese donde fuese, no disfrutase de unos derechos que Dios y la naturaleza le había concedido, y aun las mismas sociedades habían acordado en su establecimiento directa o indirectamente." Fueron palabras de Manuel Belgrano en su autobiografía, en su estancia en España mientras estudiaba derecho. La Revolución Francesa fue muy influyente en su pensamiento, para luego plasmarlo en la Revolución de Mayo, que fue el punto inicial para que nuestro país se independizara de la corona hispánica. De allí surgió una frase que marcó la cosmovisión de Belgrano con respecto a la educación: “Un pueblo culto nunca puede ser esclavizado”.

Desde sus comienzos en el Consulado, Manuel Belgrano fundó varias escuelas para desarrollar una sociedad argentina culta, entre ellas, se encuentran la escuela de comercio, la escuela náutica, la academia de Geometría y Dibujo, la enseñanza primaria para toda la sociedad, donde los niños debían aprender matemática, lengua, las primeras letras con maestros profesionales en sus áreas. Así lo plasmaba él en su memoria: “…Esos miserables ranchos donde se ven multitud de criaturas, que llegan a la edad de la pubertad, sin haberse ejercitado en otra cosa que la ociosidad, deben ser atendidos hasta el último punto. Uno de los principales medios que se deben adoptar a este fin son las escuelas gratuitas, a donde puedan los infelices mandar sus hijos, sin tener que pagar cosa alguna por su instrucción; allí se les podrán dictar buenas máximas, e inspirarles amor al trabajo, pues en un pueblo donde reine la ociosidad, decae el comercio y toma su lugar la miseria”; para poder construir una democracia real, para Belgrano la primaria obligatoria y gratuita era esencial.

¿Cuál fue uno de los planes “revolucionarios” en la educación? Fue el querer implementar la educación femenina en nuestro país, que hasta ese momento solo la clase alta era la que sabía leer y escribir. Fue el primero en nuestro país en pensar en el derecho a la educación de las mujeres.

Luego de la batalla de Salta de 1813, en donde surgió victorioso Manuel Belgrano, tuvo como recompensa 40.000 pesos oro, que no los usó en su provecho, sino que los donó para fundar escuelas en Tucumán, Salta, Santiago del Estero y Jujuy que seguía su doctrina de “Fundar escuelas es sembrar en las almas”.

¿Logró cumplir su sueño? Bastante a medias, porque el dinero que donó misteriosamente había desaparecido, y las escuelas se cerraron en la década de 1820. Pero las cuatro reabrieron sus puertas entre los años 1998 y 2004, recién funcionando cerca del 2010, casi 200 años después de su fallecimiento. Belgrano conservó hasta su último día de vida el sable y la medalla que le habían obsequiado. Nunca se imaginó que esas cuatro escuelas demorarían más de un siglo en abrir sus puertas. Demasiado tiempo para un hombre al que era difícil seguirle el paso. Hoy en día esas escuelas funcionan y albergan muchos estudiantes del norte argentino; pero casi no se recuerda hoy en día, el labor, el trabajo y la fortuna que dejó Belgrano en nuestra educación, y fue el primero en hablar del derecho de la mujer a acceder a la educación. 

 

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