Por Fátima Rossi
IG: @fati.rossi_
Cumplimos casi una semana de la
celebración del 214° aniversario de la Revolución de Mayo. Y cada vez que
pensamos en este hecho, por lo general, se nos viene a la mente la imagen de
toda esa gente reunida afuera del Cabildo con sus paraguas y sus cintas celeste
y blanca, porque querían saber de qué se trataba, y a partir de este momento
pudimos ser libres. Pues todo esto es un mito más, de los tantos que atraviesan
nuestra historia, y lo vamos a desandar a continuación.
Para
empezar, no es probable que hubieran tantos paraguas en el lugar, porque según
lo que cuenta el Doctor Gabriel Di Meglio[1], en esa época eran muy caros
-podríamos llamarlos bienes de lujo- y de tela permeable, por lo que no eran
muy usados (2023). Respecto a la cantidad de gente tampoco hay constancia,
porque en las actas del Cabildo de ese día se quejaban de las condiciones
climáticas, y podrían haber estado presentes muy pocas personas. Y referido a
las escarapelas, “los
textos de la época (...) mencionaban la presencia de cintas, pero les atribuían
distintos colores (rojo, celeste, blanco)” (Di Meglio, 2023). Los personajes
que las daban, los chisperos Juan Manuel Beruti y Domingo French, además
repartían armas entre los que se conocían como “orilleros” -la gente del bajo
pueblo-, con la intención de conseguir por la violencia lo que no hubiese
podido alcanzarse por la institución del Cabildo; lejos está esa mirada tan
romántica y pacífica de ellos. Ya vemos que no es del todo verídica la imagen
instalada en el colectivo popular alrededor del 25 de Mayo, sino que esto se
debe a lo expuesto en el libro de ficción La
gran Semana de Mayo de Vicente Fidel López (hijo del escritor de nuestro
Himno Nacional Vicente López y Planes, al final queda todo en familia).
Para
terminar, vale preguntarse si realmente fue una revolución por la libertad de
nuestro territorio. Revolución sí, porque literalmente de un día para otro
pasamos de ser gobernados por un virrey a tener una junta de gobierno propia.
Inclusive, parafraseando al Doctor Guillermo Oyarzabal, profesor de nuestra
casa, fue mucho más revolucionario el 25 de Mayo que la misma Declaración de la
Independencia, (pero esa es otra historia). Que comenzamos a ser libres a
partir de esa fecha, empero, fue algo que nunca se buscó en ese momento. Los
revolucionarios no buscaban separarse de España; recordemos que la Primera
Junta juró en nombre del rey Fernando VII. Es más, dos de sus integrantes eran
españoles peninsulares, Juan Larrea y Domingo Matheu, lo que nos aleja de la
perspectiva simplista de que todos los españoles eran sí o sí realistas. En
realidad, nuestros criollos querían que les dieran representatividad dentro de
la Corona, que ellos mismos pudieran gobernar en sus propias tierras. Ya se
discutiría más adelante el “pequeño asunto” de la Independencia.
Referencia bibliográfica:
Di
Meglio, G. (25 de mayo de 2023). Mitos y
verdades sobre aquel 25 de Mayo de 1810. LT10 (Universidad Nacional del
Litoral). https://www.lt10.com.ar/noticia/404991--mitos-y-verdades-sobre-aquel-25-de-mayo-de-1810
[1] Investigador del CONICET, ex director del
Museo del Cabildo y de la Revolución de Mayo y actual director del Museo
Histórico Nacional.
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