Voto Femenino en Estados Unidos: ¿Un Factor Decisivo o un Bloque Fragmentado?

 Por María José Otarola García


Voto Femenino en Estados Unidos: ¿Un Factor Decisivo o un Bloque Fragmentado?


En 1920, el Congreso estadounidense aprobó la enmienda que permitió a las mujeres hacer cola para votar por primera vez en elecciones presidenciales. A partir del texto del Artículo I de la 19ª enmienda, que reza: “el derecho de los ciudadanos de Estados Unidos a votar no será denegado ni coartado por Estados Unidos ni por ningún Estado por razón de sexo”, el colectivo femenino se convirtió en un factor crucial para los candidatos y las campañas electorales.


Las votantes femeninas representan más de la mitad del electorado de Estados Unidos y, según datos de Pew Research, tienen un mayor porcentaje de presencia en las urnas que los hombres. Según los medios estadounidenses, jugarán un papel fundamental para respaldar a la vicepresidenta, ya que desde 1964 son mayoría a la hora de votar durante las presidenciales.


Sin embargo, hay que tener presente lo que explica la politóloga estadounidense Kelly Dittmar sobre el voto femenino: “Hay una fuerte tendencia a generalizar sobre las mujeres y su comportamiento político de una manera que no hacemos con los hombres”. Ella asegura que “permitimos a los hombres la diversidad muy real que existe entre ellos, tanto en ideología como en prioridades políticas, e históricamente no vemos eso con las mujeres. Vemos suposiciones de que las mujeres se comportarían y deberían comportarse de manera uniforme en cuanto a quién apoyan y cómo participan en la política estadounidense”.


Para comprender mejor este fenómeno en las elecciones actuales, primero se debe entender en qué posición se encuentra la nueva candidata del partido demócrata. A partir de la retirada de la carrera presidencial de Joe Biden el pasado julio, la candidatura de la vicepresidenta Kamala Harris pasó a tener el foco de atención de la opinión pública. Harris compite para ser la primera presidenta mujer de los Estados Unidos y, además, lo hace como una mujer racializada, hija de madre india y padre jamaicano.


Es importante entender cuáles son los segmentos más relevantes para Kamala. Primero, cabe destacar que, aunque el electorado de mujeres blancas tiende a preferir el republicanismo, The 19th News asegura que esta tendencia puede revertirse. Principalmente se trata de mujeres con educación superior completa que, hoy en día, rechazan la opción trumpista del partido, que se ha radicalizado e incitado políticas extremas.


Otro núcleo de voto fundamental es el de las mujeres negras, columna vertebral del Partido Demócrata. Fueron ellas quienes inclinaron la balanza a favor de Barack Obama y Joe Biden, por lo que muchos expertos entienden que su apoyo puede ser vital. Kelly Dittmar asegura que “las mujeres negras han tirado del Partido Demócrata durante los dos últimos ciclos electorales”. Según The Cut, el 90% de las mujeres negras votaron por Biden en 2020, aunque luego se sintieron defraudadas. Esta es una oportunidad que Kamala deberá saber aprovechar.


En tercer lugar, se debe destacar el voto latino. Según la influencer de origen colombiano, Ingrid Hoffman, el apoyo de estas mujeres continuará con Kamala, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Gran parte de este segmento femenino se muestra disgustado con la derogación de la sentencia del caso Roe contra Wade, por lo que Hoffman asegura que hay demasiado en juego para las mujeres en estas elecciones.


Un último bloque de votantes al que Harris se ha acercado es el de las madres. El apoyo político a cuestiones como la licencia parental remunerada, el cuidado infantil asequible y la mejora de la salud materna son centrales para este grupo, y la candidata se ha posicionado públicamente a favor de estas causas.


Kamala Harris también tiene un gran apoyo femenino en todas las redes, un área dominada por Trump y sus mensajes polémicos, que pueden generar un balance a favor de la candidata. Figuras reconocidas como Cardi B, Jamie Lee Curtis y Octavia Spencer han compartido mensajes de celebración por su candidatura. Incluso la reconocida Viola Davis compartió su mensaje de apoyo: “I’m with her!”.


No es posible analizar el clima electoral sin tener en cuenta el fenómeno que ha radicalizado y cambiado las intenciones de voto entre las votantes mujeres: la derogación de la sentencia del caso Roe contra Wade. Luego de que Trump nombrara a tres magistrados, la derogación de este fallo implicó la sanción de leyes que limitan el derecho constitucional a la interrupción del embarazo en varios Estados republicanos. En este contexto, Harris se embarcó en una “gira nacional por las libertades reproductivas”, organizando mítines en estados en disputa y reuniéndose con fiscales generales estatales sobre cómo preservar el acceso de las mujeres al aborto.


Sin embargo, ni la representación de género que ofrece Harris ni el fallo mencionado anteriormente son los únicos factores que influyen entre las votantes. Por su parte, Donald Trump enfrenta graves denuncias que aumentan su imagen negativa. Fue acusado de cometer abuso sexual en los 90 sobre la escritora Jean Carroll, además de compartir declaraciones polémicas en sus redes con gran frecuencia. A su vez, su compañero de fórmula, James Vance, ha enfrentado críticas por sus declaraciones sexistas. En una entrevista para el canal Fox News, hizo la siguiente declaración donde insulta indirectamente a Kamala por no tener hijos: “En este país estamos gobernados por demócratas, oligarcas corporativos y un grupo de señoras de los gatos que no tienen hijos y que se sienten miserables con sus propias vidas”.


Mientras las encuestas cambian de rumbo con la presencia de Kamala, el candidato republicano apuesta a una estrategia arriesgada: darle al público más Trump. De esta manera, la campaña electoral parece polarizarse cada vez más, lo que impacta fundamentalmente en la brecha de género, especialmente entre las generaciones más jóvenes. El columnista del Financial Times, John Burn-Murdoch, señaló que los datos de encuestas en una variedad de países mostraban que los hombres jóvenes eran mucho más propensos a identificarse como conservadores que las mujeres jóvenes. “En países de todos los continentes, se ha abierto una brecha ideológica entre hombres y mujeres jóvenes”, escribió.


Con una campaña cada vez más radicalizada y con el cambio de candidatura del partido demócrata, ninguna encuesta parece divisar un ganador definitivo. ¿Se consolidará el voto femenino como definitorio a favor de Kamala? ¿O este bloque se fragmentará, debilitando su poder de decisión en la contienda?

Comentarios

  1. Buen cuestionamiento. Personalmente espero que la respuesta se encuentre en la primera opción!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Dejanos tu opinión acerca del tema.