¿Cómo entender desde Argentina el escenario político y electoral de Alemania?





Autor: Lucas Bellusci

Este domingo 24 de febrero, Alemania celebró unas elecciones generales históricas en un contexto de crisis política, económica y migratoria.

A fines del año pasado, la coalición de gobierno, conformada por socialdemócratas, verdes y liberales, colapsó tras el despido del ministro de Finanzas, Christian Lindner, por parte del canciller Olaf Scholz. 

Este hecho, derivado de disputas sobre las partidas presupuestarias para 2025, desembocó en una moción de censura que confirmó el fin del gobierno. Paralelamente, Alemania enfrenta graves dificultades económicas y un creciente debate sobre inmigración, exacerbado por recientes atentados y el aumento de los índices de criminalidad. Estas problemáticas han impulsado el ascenso de partidos populistas, como la izquierdista "Alianza Sahra Wagenknecht" (BSW) y la fuerza de ultraderecha "Alternativa para Alemania" (AfD), la segunda en intención de voto según las encuestas.

Resultados y posibles escenarios de gobierno

Los resultados de los comicios confirmaron las predicciones: Friedrich Merz, líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), se posiciona como el próximo canciller federal. La AfD obtuvo aproximadamente un 20% de los votos, consolidándose como la segunda fuerza. La interrogante ahora es con quién pactará la CDU para alcanzar la mayoría parlamentaria necesaria para formar gobierno.

La opción más viable es la denominada "Gran Coalición" entre CDU y el Partido Socialdemócrata (SPD), una alianza que ya ha gobernado Alemania en varias ocasiones, incluidas tres de las cuatro administraciones de Angela Merkel. Sin embargo, Merz se ha mostrado reticente a continuar el rumbo político previo, lo que plantea dudas sobre la viabilidad de este pacto.

A pesar de que AfD podría parecer un socio ideológicamente más cercano, existe un amplio consenso político en Alemania que impide cooperar con la ultraderecha, limitando su influencia y debilitándola electoralmente. Asimismo, una coalición con los Verdes parece improbable debido a la oposición de Markus Söder, líder de la Unión Social Cristiana (CSU) de Baviera y aliado clave de Merz.

La historia política alemana muestra que, en momentos de crisis, los partidos de centro han asumido la responsabilidad de garantizar estabilidad gubernamental. Con Olaf Scholz fuera del liderazgo del SPD tras obtener el peor resultado electoral del partido desde 1890, Merz apuesta a que los socialdemócratas prioricen la gobernabilidad y acepten una alianza. El ganador de esta jornada electoral busca conformar un gobierno antes de la pascua.

Negociaciones para la formación de gobierno

Para concretar una coalición, los partidos deben acordar puntos centrales de sus plataformas políticas, asegurando una representación equilibrada en la administración. Estas negociaciones incluyen la distribución de ministerios y la definición de políticas clave, lo que puede alargar el proceso de formación del gobierno.

El propio Merz ha instado a una resolución rápida, argumentando que Alemania no puede permitirse prolongar la incertidumbre en un contexto internacional desafiante. Un factor clave es el papel de la Unión Europea en las negociaciones de paz impulsadas por la administración Trump con Rusia, en las que Alemania busca mantener una posición relevante.

El sistema electoral y la participación ciudadana

La participación en estas elecciones alcanzó un 84%, la más alta desde la reunificación alemana, superando el 77% registrado en 2021. El sistema electoral permite el voto anticipado por correo, un mecanismo ampliamente utilizado y considerado seguro.

En la boleta de votación, los electores emiten dos votos: el primero para un candidato de su circunscripción y el segundo para un partido a nivel nacional. Para obtener representación parlamentaria, los partidos deben alcanzar al menos el 5% de los votos o ganar tres distritos electorales, una medida que busca reducir la fragmentación política.

Conclusiones preliminares

Alemania enfrenta una crisis multidimensional que requiere un liderazgo firme. Según analistas políticos, Merz tiene el perfil necesario para afrontar estos desafíos, y una coalición con el SPD parece la opción más viable. Sin embargo, el líder de los Verdes, Robert Habeck, ha insinuado una posible disposición a sumarse al nuevo gobierno, pese a sus diferencias con Merz.

Los grandes perdedores de esta elección han sido el canciller Scholz y su exministro Lindner, quienes no lograron sostener la coalición. Por su parte, la líder de AfD, Alice Weidel, instó a Merz a considerar una alianza con su partido, advirtiendo que un nuevo pacto con la izquierda conduciría al fracaso. No obstante, Merz reafirmó su compromiso con el consenso democrático y descartó cualquier cooperación con la ultraderecha.

Alemania deberá adaptarse a la presencia de nuevos movimientos populistas en su escena política, especialmente AfD, cuyo crecimiento plantea desafíos para la estabilidad del sistema político tradicional.

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