Crece la tensión entre Corea del Sur y Corea del Norte




Autora: Julieta Pisani

Corea del Norte realiza dos pruebas de lanzamiento de misiles, luego que el gobierno surcoreano amenazara de violar la Zona Desmilitarizada y de responder con disparos. A su vez, en Corea del Sur se están llevando a cabo ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos, acción que Pyongyang categorizó como “amenazante”.

Las tensiones entre Corea del Sur y Corea del Norte han vuelto a intensificarse. Esto se debe a que las fuerzas armadas norcoreanas llevaron a cabo pruebas de lanzamiento de misiles de defensa aérea, supervisadas personalmente por el líder Kim Jong Un. El objetivo de esta demostración fue “evaluar su capacidad para el combate”, de acuerdo a la agencia de noticias KCNA. Estas armas poseen una capacidad de combate destructiva, pudiendo eliminar objetivos aéreos como drones y misiles de crucero. 


La prueba de los misiles se da en un contexto de tirantez entre los dos Estados. Mientras Pyongyang realizaba la construcción de infraestructura de refuerzo en la línea fronteriza con su vecino, las fuerzas de Corea del Sur efectuaron disparos con ametralladoras al demandar que militares norcoreanos estaban en la Zona Desmilitarizada. Por su parte, Kim Jong Un declaró que el acto fue una “grave provocación”. 


Sin embargo, el incidente en la frontera no fue lo único que desató la crisis. A mediados de mes se dieron inicio a los “Ulchi Freedom Shield”, ejercicios militares conjuntos realizados por Estados Unidos y Seúl. Las mismas se emprenden cada año y en ellas participan más de 20.000 soldados de ambas naciones. Ante esta situación, Corea del Norte advirtió que reaccionaría ante cualquier acción que considerase hostil y calificó a los ejercicios como una acción bélica. 


El presidente Lee Jae-myung, recientemente electo en Corea del Sur, se reunirá en los próximos días con Donald Trump, sellando su relación con el Estado norteamericano. Sin embargo, la gestión Trump podría cambiar de parecer respecto a la alianza peninsular. Según el portal de noticias Escenario Mundial, el cambio de actitud de Washington puede verse reflejado en abonos más elevados para las tropas estadounidenses asentadas en Corea del Sur, con el objetivo de acrecentar su presencia en la región.


A pesar de que Lee se comprometió a “unir el país” y a mejorar las relaciones entre las dos Coreas, Kim Jong Un ha desestimado estos esfuerzos pacificadores y rechazado la intervención de Estados Unidos en la región. Mientras tanto, Pyongyang aceleró su programa armamentístico, reforzando los lazos estratégicos y militares con Rusia. En paralelo,  instaló una base militar cerca de la frontera con China, suponiendo una posible amenaza para el continente asiático. La misma no se habría declarado ante la comunidad internacional y tendría la capacidad de albergar entre seis y nueve misiles continentales con potencial nuclear.




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